8 pasos para comer sin ansiedad
Clase online gratis. Accede a la grabación.
.
Siempre que trato este tema en Instagram y Facebook despierta mucho interés. Y varias veces me habéis pedido que os hable del mundo introvertido porque os habéis visto reconocidos en lo que digo.
Lo primero, hay que aclarar que introversión no tiene que ver con timidez o con ser antisocial.
No hay introvertidos o extrovertidos puros. Esto se mide a lo largo de un continuo, en el que cada persona puede mostrar un mayor porcentaje de uno u otro extremo. Se puede ser mayoritariamente introvertido o extrovertido. E incluso se puede cambiar a lo largo de la vida. Por ejemplo, yo siempre he sido mayoritariamente extrovertida y desde hace unos años me he vuelto introvertida.
Descubrí este concepto cuando cursaba el curso de especialista universitario en coaching, inteligencia emocional y PNL. Las clases super intensivas de fin de semana me agotaban por dos razones. Una porque debía prestar atención sostenida durante muchísimas horas. Y esto teniendo déficit de atención es muy exigente a nivel energía. Y otra porque había muchas prácticas y juegos en los que había que interactuar con los compañeros, cosa que me gusta entre poco y nada.
Los primeros fines de semana del curso, me iba a la cafetería con mis compañeros en los descansos. Esto no me gustaba, porque aquello era un batiburrillo de conversaciones que no sabías a cuál atender y me cansaba más en vez de descansarme.
Hasta que no recuerdo qué profesor nos hizo escuchar esta charla TED de Susan Cain, que habló en 2012 sobre el poder de los introvertidos.
Me sentí absolutamente representada por lo que contaba Susan.
¡Vaya! Yo, que trataba de adaptarme y ser como los demás porque me sentía rara. Y ahora resulta que tiene un nombre y hay más personas como yo. Fue algo parecido a cuando descubrí que lo que me pasaba con la alimentación se llamaba trastorno por atracón y se diagnosticaba.
De repente todo cuadraba.
La introversión o extroversión no son defectos, sino rasgos de personalidad. Y ninguno es mejor que otro. Curiosamente, socialmente se penaliza al introvertido y se reconoce al extrovertido.
Pero, si no es un tímido, ¿qué es un introvertido?
Un introvertido es una persona que necesita de soledad y silencio para recargar su energía y disfruta mucho de ese estado. Que es mayoritariamente introspectiva. Que le agotan las fiestas y la socialización excesiva. Es muy analítica y disfruta pensando y con conversaciones profundas. Suele gustarle la lectura y es muy creativo. La estimulación que necesita viene de su interior, no del exterior.
Un ejemplo típico: Tras un día de trabajo agotador en la oficina, un extravertido se irá de cañas con los amigos para relajarse; un introvertido se refugiará en el silencio de su casa.
A mí me encanta salir y cenar con mis amigos, por ejemplo. Pero con solo una persona o en grupos pequeños de hasta cuatro personas.
A partir de ahí sube el nivel de ruido, las conversaciones cruzadas entre subgrupos, todo el mundo grita cada vez más para hacerse entender… y yo dejo de participar y me aíslo en mi mundo interior. Me cuesta horrores entender a la persona que me habla si hay música alta, ruido ambiente o conversaciones cruzadas. Los ruidos fuertes me desagradan muchísimo. Observo que a las personas de mi entorno no parecen molestarles tanto.
Y sí, parece que ser introvertido está asociada a las P.A.S. (Personas altamente sensibles)
Recuerdo que en los grupos de singles tenía fama de rara. A veces me forzaba a quedar con ellos, por aquello de que “hay que socializar”. Llegaba y me sentía a gusto, son gente muy maja. Pero al rato ya sentía ganas de irme, me aburría, no era mi sitio. Me los quedaba mirando, tan metidos en sus conversaciones, disfrutando tanto… Y yo pensaba “Qué bien estaría en mi casa leyendo un libro”. Me sentía fuera de lugar. No porque me considere mejor o peor que ellos, ¡qué va! Es más la sensación de tener poco en común, de no interesarme los temas sobre los que hablan…
Pero, ¿cuál es mi sitio? Puedo disfrutar mucho de una visita a un museo con otra persona, de salir a hacer fotos sola o en grupo (porque cada uno vamos a lo nuestro aunque seamos muchos. Hacemos muchas fotos y hablamos poco, el plan ideal). Puedo pasarme horas enteras en una biblioteca o en una librería, curioseando libros. Ya solo el olor típico de esos espacios me relaja.
Recuerdo que tenía una amiga que siempre decía que a ella se le caía la casa encima. Y a la pobre le daba mucha pena cuando le decía que mi plan de sábado noche era hacerme una caminata, ducharme y tirarme en la cama a leer, con una copa de vino y velas encendidas. “Por dios Yolanda, qué depresión me da leerte, haz el favor de salir” me decía por whatsapp.
Yo no entendía nada. A mí lo que me producía angustia era el plan que ella tenía: Cena, baile y copas con un grupo de 35 personas hasta altas horas de la madrugada.
Los planes conmigo misma tienen la misma firmeza que cuando quedo con alguien. Si he pensado que esta noche me quedo en casa haciendo algo que me apetece, o me voy sola al cine, no cambio mis planes si otra persona me ofrece salir juntos.
La razón es muy simple: No hago planes sola porque no tengo con quién quedar. Hago planes sola porque disfruto estando sola.
La semana pasada hice mi primer viaje en moto con mi pareja. 600 kilómetros en un fin de semana. Me gustó mucho. Mucho. Y una de las razones es porque se viaja en silencio.
¿Qué necesidad hay de estar todo el rato hablando cuando se viaja? Los introvertidos hablamos cuando sentimos la necesidad de comunicar algo importante. En caso contrario, estamos callados. David me dijo: “A ver si pongo los intercomunicadores en los cascos nuevos”. Y yo pensé “Creo que no nos hacen ninguna falta”. Jajaja.
Un introvertido rara vez se aburre porque tenemos un gran mundo interior. Esto en psicología se conoce como “necesidad cognitiva”, que quiere decir que necesitamos pensar mucho y disfrutamos haciéndolo. Y me refiero a pensamiento analítico y productivo. No a pensamientos circulares y rumiaciones que no llevan a ninguna parte, no.
Tenemos nuestras propias fuentes de entretenimiento que nos aportan el nivel de estimulación adecuado: Un libro, internet, tareas creativas, nuestro trabajo… Fíjate que todas ellas pueden realizarse en soledad y además puedes pararlas cuando lo desees. Si vas a una fiesta y a las dos horas quieres irte, todo el mundo te pedirá explicaciones e insistirán en que te quedes. DETESTO que me insistan que me quede, porque cuando he tomado la decisión de irme es porque ya llevo mucho rato sintiendo que no debería estar allí y forzándome a socializar.
Cuando vi la primera vez la ilustración de aquí arriba yo no tenía pareja. Sin embargo pensé “Sí, qué razón, esa es la cita perfecta”. Compartir una cena con vino, un rato de buena conversación y luego seguir juntos cada uno a lo suyo.
¿Por qué debería ver la tv si me aburre soberanamente y hace años que ni tengo televisor en casa? ¿Por qué debería el otro coger un libro si no le gusta leer y está acostumbrado a ver la tele? Pues juntos, pero cada uno haciendo lo que le gusta. Compartir espacio y sentimientos no implica compartirlo todo.
Y esto es algo difícil de explicar a tu pareja extrovertida. Porque desear estar sola no quiere decir que no quieras estar con él. Quiere decir que no deseas estar con nadie. Y, en el caso de que quisieras estar con alguien, casi con total seguridad, lo elegirías a él. Pero quieres estar sola.
Pero claro, esto en la cabeza de un extrovertido no es fácil de entender.
Me gustó mucho leer el libro “El éxito de los introvertidos” de Sylvia Löhcken y me vi reconocida en infinidad de situaciones que describe, como por ejemplo: Un introvertido es capaz de dar una charla ante cien personas sin problemas, pero se agota cuando al finalizar vienen, una por una, bastantes personas para hablar con ella. Porque lo que nos agota no tanto es hablar, sino la interacción.
Yo disfruto al máximo emitiendo un webinar de 3 horas en directo como la última vez, pero si me tienes en una conversación de 3 horas irremediablemente desconecto a los quince minutos. A no ser que se trate de un tema que realmente me interese. Y la mayoría de temas que tratan habitualmente las personas no me interesan en absoluto. No me gusta hablar de la vida de otras personas, por lo tanto me hago una bolilla cuando escucho críticas a otras personas, o cuando hablan de programas de la tele o de los famosos, o de conversaciones banales que no aportan nada.
El tiempo me parece el mayor tesoro que tenemos y no me gusta que me lo hagan perder. Y estar en una conversación que no me interesa es perder el tiempo.
Del mismo modo, me molesta que alguien me llame por teléfono sin preguntar antes por whasapp si estoy disponible. A los introvertidos nos gusta más escribir que hablar.
Lo que explica este tuit, lo he hecho montones de veces.
De igual modo, me molesta que alguien se presente en casa sin avisar. Me parece una falta de respeto y me siento invadida. Sin embargo, a los extrovertidos les encanta recibir visitas.
Tengo una amiga que también es introvertida y siempre nos etiquetamos cuando vemos memes que nos representan. Gracias a ella descubrí la marca Miss Miserable, que tiene un humor muy peculiar y me ganó con este felpudo.
Durante el confinamiento por la pandemia ha habido personas que sufrían mucho por no poder salir a la calle. A mí lo que más me costó fue renunciar a mis caminatas de las mañanas. Pero habitualmente no dedico demasiado tiempo a socializar y las relaciones virtuales me agradan mucho, así que todo bien.
Puedes descubrir más en artículos de internet o en grupos de introvertidos de Facebook. Aunque algunas de las publicaciones que hacen representan más la timidez que la introversión, por lo que pueden dar lugar a confusión.
Yo reforcé que era introvertida gracias a mi comunidad. Cuando contaba en redes sociales que me sentía así, algunas personas me decían: “Yolanda, eso es porque eres introvertida. A mí también me pasa”. Y yo, que aún asociaba introversión con timidez, lo negaba. Decía “Pero si yo me relaciono fenomenal y no me da vergüenza nada”. Pero sí, tenían razón. La introversión es otra cosa.
Y lo peor es que socialmente está más valorado ser extravertido. Por ejemplo, los introvertidos podemos trabajar en equipo perfectamente, de hecho somos buenísimos escuchando y somos muy reflexivos y creativos, por lo que podemos aportar mucho. Sin embargo, damos lo mejor de nosotros mismos trabajando de forma individual.
He ido a varias tutorías al cole de mis hijos en las que sus tutoras se mostraban preocupadas porque solo se relacionaban con algunos niños. “Ah, ¿y por qué deberían relacionarse con todos?” les preguntaba yo. La escuela es una fuente de socialización, pero no la única. Y un niño no está obligado a llevarse bien con todos los niños de tu clase, del mismo modo que los adultos no somos amigos de todos nuestros compañeros de trabajo.
Para mí fue liberador aceptar mi introversión y comenzar a ser coherente con mi personalidad y respetar mis necesidades.
Y, por si no lo sabías, el 2 de enero se celebra el día internacional de los introvertidos. Tenemos un día, pero no salimos a la calle a celebrarlo. 😉
Y esta es mi experiencia como introvertida. No suelo utilizar tantas imágenes en mis artículos. Y menos aún, memes. Pero creo que en esta ocasión era necesario para ayudarme a clarificar el concepto de introvertido. Desconozco los autores de las imágenes y las he ido guardando a lo largo del tiempo porque me gustaban. Si alguien conoce el origen, citaré con gusto la fuente.
Y por si aún te queda alguna duda de lo que necesita un introvertido o si necesitas hacerle un regalo a uno, aquí te dejo el kit de supervivencia para introvertidos.
Y tú, ¿Te ves representado?
Gracias Yolanda! Me has descrito tal como soy y me encanta ser así. Me sentí mal por mucho tiempo porque me decían que era antisociable hasta que me di cuenta que disfrutaba más de la soledad y de hacer sociales sólo cuando la interacción lo vale.
Lo has descrito perfectamente, Laura. Interacción social SOLO cuando esta lo vale.
Un fuerte abrazo!
Me hizo tan bien leer este artículo. Siempre creí que algo estaba mal en mí. Siempre me esforcé mucho por hablar con personas e inventar conversaciones largas, hacer acotaciones que realmente no sentía solamente para sociabilizar y demostrar que yo también era interesante. Me enseñaron que está mal ser como soy, introvertida! Agradezco tanto haber llegado a leerte. Y de a poquito empezar a deconstruir la idea de que esta mal ser como soy. Sobre todo mi madre siempre me cuestiona y critica mi forma de ser. Y es doloroso. Es difícil que un extrovertido nos entienda. ¿ Tienes algún consejo para eso? Gracias infinitas! Un gran abrazo.
Me alegra muchísimo que te haya ayudado Giuliana. Es curioso cómo nos hacen sentir que ser de un determinado modo está bien y lo demás está mal.
Entender nuestras necesidades y respetarlas supone comenzar a dejar de sufrir.
Un fuerte abrazo!
Gracias por escribir ese articulo… ahora me siento mas segura de mi misma y puedo desir con seguridad qur me amo mas que antes y me acepto como soy de hecho me aprecio… a traves de este articulo pude verme a mi misma en la mayoria de aspectos y eliminar el sentimiento de insatisfaccion que tenia por no ser como otros y porque crei que no relacionarse con muchas personas era algo malo … porque asi me lo hicieron creer … es fabuloso aterrizar en mi propio ser y amarlo tal cual!! Gracias a Dios …. y gracias sra Yolanda. Valoro su aporte y gran trabajo .
Lidis, me alegro muchísimo de que mi artículo te haya servido para sentirte un poquito mejor.
Te mando un fuerte abrazo.
Para empezar confieso que no conocía la palabra introvertido solo conocía extrovertido, pero tenía un concepto diferente de lo que realmente es, tan pronto como comencé a leer me basto un solo párrafo para que siguiera leyendo sin parar, me emocioné tanto que por primera vez confieso que nunca antes me había sentido tan identificada con algo que no sea un horóscopo, estoy en verdad maravillada, -¡y vaya que en lo absoluto!-. Las personas a mi alrededor suelen hacerme sentir mal conmigo misma al grado que me hacían pensar que algo estaba mal en mí, pero ahora ya será diferente… gracias a tus palabras Yolanda ❤️ en verdad gracias por hacerme saber que nada está mal en mí y que es completamente normal, aunque por el momento será difícil hacer que mi padre lo comprenda ya que para el socializar es muy importante, yo estoy consiente de ello pero no soy capaz de socializar más allá de mi límite, también debo añadir que me gustaría tener pareja pero entiendo porque no duro en las relaciones, y ahora ya trataré de no sentirme mal por ese motivo cuando suelo acomplejarme.
Bueno Yolanda muchas gracias por ayudar a una chica mexicana que desde que tenía 5 años siempre se sintió fuera del lugar, y solían llamarla rara, bueno hasta la fecha, que ahora ya no parece molestarme, gracias a tus palabras ya no me sentiré mal por ser yo y trataré de aceptarme más así como también amarme aún más te deseo éxito dónde quiera que te encuentres.
Ayyy, qué ternura me despierta leer tu comentario, Mariana.
Me sentí tantas veces igual que tú.
Quizá tu padre ya sea mayor para cambiar su forma de ver las cosas, pero eso no debe condicionarte.
Yo he explicado con absoluta normalidad a las personas que me rodean (parejas incluidas) mi necesidad de soledad y silencio.
Cuando lo explicas, la gente lo respeta. Sin más.
Un abrazo enorme y feliz de que el texto te haya resultado útil.
QUÉ MARAVILLOSO ARTÍCULO. TODA MI VIDA L HE PASADO COMO UNA PERSONA ATISOCIAL, INCLUSO ME HAN LLEGADO A CATALOGAR COMO ENGREÍDA Y ESO ERA ALGO POR LO QUE SUFRÍA MUCHO. LEER TU ARTÍCULO Y REFLEJARME Y ENTENDERME COMO UNA PERSONA INTROVERTIDA, Y ENTENDIENDO QUE ESTO NO TIENE NADA DE MALO, ME HA HECHO DEJAR FUERA TODA LA FRUSTRACIÓN Y CULPABILIDAD QUE CARGUÉ POR AÑOS. GRACIAS POR DARLE A MI VIDA UN NUEVO SENTIDO
No sabes cuánto me alegra que te haya ayudado el texto, Teresita.
Muchos hemos sufrido esa culpa que describes al no entender lo que nos pasaba.
Un abrazo!
Yolanda, después de leerte, estoy por un lado maravillada porque me he sentido comprendida. Has definido mi forma de ser a la perfección y, por otro, me encuentro sorprendida, hoy me he dado cuenta de cómo soy realmente, me he conocido y a la vez liberado de una etiqueta que yo me había puesto a mi misma que me reportaba emociones negativas.
Hoy después de nuestra charla y posterior lectura de tu artículo siento un gran crecimiento personal.
Gracias por escribirlo y compartirlo conmigo.
Feliz de que te haya servido, Montse.
Un abrazo!