Seguro que conoces a alguna persona con la que sientes que tu estado de ánimo cambia a peor cada vez que estáis juntas. Delante suyo eres incapaz de reaccionar, pero cuando pones distancia, te sientes agredido, manipulado y te ha dejado sin energía… una vez más. Porque estas personalidades tóxicas, suelen cebarse con otro perfil de carácter más débil, en apariencia, y que acaba sucumbiendo a sus caprichos e imposiciones. Lo más probable es que seas plenamente consciente de la maniobra que utiliza contigo, pero eso no impide que consiga salirse siempre con la suya.
Estas son personalidades tóxicas de las que debemos protegernos. Lo más efectivo es sacarlos de nuestra vida, pero esto no siempre es posible, ya que esa persona tóxica puede ser nuestra madre, hermano, jefe, pareja, o hijo, así que debemos aprender a reconocerlos para no permitir que puedan lograr su propósito.
[ctt tweet=»Tenemos cerca gente tóxica de la que debemos protegernos.» coverup=»al21P»]
Todos tenemos ese amigo que sólo nos llama cuando necesita algo, el «por el interés te quiero, Andrés» que desaparece como por arte de magia cuando no nos necesita. Cuando, después de bastante tiempo, contacta con nosotros, inmediatamente pensamos ¿Qué querrá ahora? Pues quiere lo de siempre: aprovecharse de ti. No se lo permitas más. Los amigos están siempre, no solo cuando pueden sacar algo de ti.
Seguramente tienes a alguien cerca que siempre trata de desvalorizarte en público, con el único fin de ponderar sus virtudes. Son capaces de dejarte en ridículo, delante de todo el grupo de amigos, mintiendo si es preciso, para que todos vean lo fantástico que es él. Esas personas sufren una baja autoestima y necesitan rebajar a otra persona porque sienten que es el único modo en el que ellos pueden destacar.
El jugador de «víctima y verdugo», ese que sientes que te ha hecho daño y tú vas de buena fe a tratar de solucionarlo y hacerle entender cómo te sientes, y él, con una habilidad prodigiosa, termina dándole la vuelta a la tortilla para hacerte sentir culpable de esa situación, pasando él a ser la persona que más sufre en ese estado.
No faltan personas envidiosas y celosas, que se les nota a la legua que no se alegran lo más mínimo cuando la vida te es favorable y, a veces, incluso se permiten comentarios que son verdaderos dardos envenenados. Se niegan a reconocer tu valía personal o el esfuerzo que te ha llevado a lograr ese triunfo. Triunfo que quizá esté, en realidad, por debajo de los suyos, pero eso carece de importancia para ellos. No soportan que a los demás les vayan bien las cosas, aunque a ellos también la suerte les sonría.
Esa gente que está permanentemente deprimida, que vive en un continuo lamento, que asegura que nadie está en peor situación que la suya, pero que no hace absolutamente nada para salir de ahí. Viven atrincherados en la queja y en su zona de confort. Son lo que, vulgarmente, conocemos como un agonías. Y es que es exactamente esa la imagen que transmiten, la de la angustia y el dolor del momento agonizante. Todos estamos para ayudar a alguien en el momento que lo necesita y de forma puntual, pero estas personas lo único que quieren de nosotros es que escuchemos su retahíla de desgracias y que les reafirmemos en su desgarro emocional. El resultado de pasar tiempo con estas personas es que te dejan con un fuerte negativismo porque te han utilizado para volcar su basura psicológica.
Los miedosos, aquellos que temen a todo, que la vida les parece un medio hostil y nunca se atreven a hacer nada diferente. Si les cuentas tu proyecto, tus ganas de cambiar, tratarán de hacerte desistir, con un amplio argumentario de calamidades que se ciernen sobre ti y sembrarán de nuevo la duda en aspectos que tú ya tenías resueltos. Siempre ven la peor parte de todo, y todo lo malo que te puede acontecer. Son catastrofistas y auténticos especialistas en derrumbar sueños ajenos. Tu sueño es tuyo, no dejes que nadie lo haga tambalear.
Las personas que siempre critican a otros. «Lo que Juan dice de Pedro, dice más de Juan que de Pedro», no esperes salir libre de la quema de una persona que disfruta criticando. Hoy critica delante tuyo a un amigo común y mañana te criticará a ti a tus espaldas. Sembrará la desconfianza y el resentimiento entre el grupo de amigos porque, a buen seguro, muchas de las cosas que te cuente, o son mentira, o están tergiversadas para conseguir mayor impacto. Aplica la norma de que prefieres no saber algo, a no ser que eso te vaya a hacer sentir mejor y házselo saber.
La buena noticia es que no tienes por qué seguir sufriéndolos. Una vez que identifiques a las personas tóxicas, trata de alejarte de ellas. Si no puedes borrarlos de tu vida, pon distancia, espacia los encuentros, si coincidís en un evento trata de sentarte lo más lejos posible de ellos y corta su conversación con cualquier pretexto. Trata de que la relación se vaya extinguiendo.[ctt tweet=» Intenta rodearte de gente que verdaderamente te aporte en positivo y te ayude a crecer.» coverup=»b9V6d»]

No puedo estar más de acuerdo contigo, lo has plasmado palabra por palabra, sigue escribiendo, me encanta leerte 🙂
Algun dia nos tomaremos un cafelito y te contare como he tardado mas de 40 años en aprender a decir NO !!! Las consecuencias fueros terribles y muy muy placenteras para mi.
Gran articulo, una vez mas Yolanda, felicidades!!! Tus pacientes van a tener muchisima suerte trabajando contigo!!!!
Muchas gracias Paula, encantada de que te haya gustado. Un abrazo.
Gracias Encina! 44 años me costó a mí! jajaja, pero nunca es tarde porque el beneficio es inmenso. Enhorabuena por tu fortaleza y gracias por el apoyo. Ojalá llegue ese café. Un abrazo enorme!
Que real! He sufrido esto hasta que he dicho basta y encima sintiéndome mal porq m género sensación de abandono
Hola Yolanda, escribes muy bien, me encanta leerte, haces que sea muy fácil el decir no, o el apartar a las personas tóxicas. Tengo 17 años y conozco a una persona así, bueno, en la escuela hay muchísimas , y por desgracia me manipulan y se me hace imposible decir que no, luego lo pago con la comida no con ellos … Besos
Susana, es muy difícil deshacerse de estas personas, suelen ser muy buenos manipuladores emocionales. Mi enhorabuena por conseguirlo. Un abrazo.
Halima, tienes que buscar el modo de que no te hagan daño, usa estrategias de Inteligencia Emocional (hay mucho en Internet) y pide ayuda a los profesores. Resignarse no es una opción, cielo. Mucho ánimo! Un abrazo enorme.
Me siento identificada ya que desafortunadamente la persona tóxica que tengo en mi vida es mi madre…
Hace dos años volví de Irlanda donde había pasado un turbulento año, obviamente no es fácil vivir fuera de casa… Pues bien, fue el año que mejor relación tuve con ella, y eso que no estaba al loro de la mitad de problemas que estaba teniendo.
Actualmente estoy independizada y cada dia viene a mi casa a comer. Me ayuda económicamente y claro, tampoco no puedo cerrarle la puerta, lo que si que me cuesta muchísimo poner una barrera entre las dos, ya que todo lo que digo está mal, entiendo que ya no soy la hija que había estado manipulando años atrás, ya que toda mi vida he estado a su lado porqué ella era «mi única mejor amiga, mi única compañía».
¿Qué consejos darías a gente como yo, que aun así tengo que tener a esa persona toxica en mi casa? Me cuesta muchísimo no escuchar esos comentarios negativos ya que duele que una madre no te valore.
Gracias
Hola Eva, gracias por tu comentario. Tu situación es muy frecuente. ¿Cómo te sientes cuando te dice esas cosas? ¿Qué necesitas? ¿Cómo te gustaría que fuese vuestra relación? ¿Qué estás dispuesta a hacer para que eso cambie? Cuando tengas claras tus necesidades, quizás puedas expresárselas y hacer lo que dependa de ti para mejorar esa relación.
Un abrazo y mucho ánimo
Yolanda
Yo también tarde 40 años en decir basta tanto en lo laboral como en lo familiar rodeada de personajes que al día de hoy me siento orgullosa de haberles puesto en su sitio.ahora tengo tranquilidad y muchas personas en mi contra ya que como buenas manipuladores lo enredan todo para ser ellas las víctimas.tenemos que aprender a esforzarnos en vivir libres y no dejarnos llevar por estas personas.vivir tu vida y si ellas dicen que tu eres lo k ellas son la vida se encargará de darles lo k se merecen.Yo mientras tanto vivo en armonía y en paz.
Me alegro mucho Mary de que fueses capaz de tomar esa decisión tan liberadora. Te mando un fuerte abrazo.