No te tomes nada personalmente, indica el segundo acuerdo de los cuatro recogidos por el Dr. Miguel Ruiz en su libro de sabiduría tolteca.

Se nos educa en la responsabilidad y crecemos sintiéndonos responsables de todo, hasta de lo que otros hacen o dicen. La responsabilidad genera culpa y este es uno de los sentimientos más complicados de gestionar. Ya que no sabemos perdonarnos a nosotros mismos.

No te tomes nada personalmente cuando opinan sobre ti

Cuando alguien nos agrede verbalmente, o vierte una opinión sobre nosotros, no es la realidad, sino el resultado de la suma de sus creencias, aprendizajes y experiencias. Es su opinión, sólo suya, y no debemos hacerla nuestra, porque cuando la aceptamos, admitimos con ella toda la negatividad que carga. Tanto si la opinión es negativa como positiva. Es su problema y su forma de ver el mundo, no la nuestra. Nosotros ya sabemos cómo somos y no necesitamos la opinión de nadie.

Cuando nos dicen algo que nos lastima, lo que realmente nos duele son las heridas que nosotros ya teníamos con anterioridad sobre este tema. Si alguien nos reprocha nuestra irresponsabilidad y nos ofendemos, no es su opinión la que nos hiere, sino nuestra propia creencia interna de que sí somos unos irresponsables.

Si te tomas las cosas de forma personal te ves en la necesidad de justificarte, de defender tu versión tratando de convencer al otro. Terminas magnificando el asunto y haciendo una montaña de un grano de arena. Cuando tienes la certeza absoluta de que lo que están diciendo no va contigo, cuando no lo tomas de forma personal, simplemente lo dejas pasar…

no te tomes nada personalmente

Foto de @juanitocalaceite de Instagram

Imagina que vas por la calle y un borracho te insulta. No sólo no te enojarías, sino que te daría hasta lástima. No sabe nada de tu vida, no te conoce. A nivel consciente sabes que no puede emitir una valoración sobre ti porque carece de elementos de juicio. Si lo piensas, ocurre exactamente lo mismo con todas las personas que opinan sobre ti. Por mucho que te conozcan, no lo saben todo sobre ti. No son nadie para opinar, sin embargo, damos credibilidad a sus palabras y permitimos que su opinión nos afecte. recuerda el segundo acuerdo: No te tomes nada personalmente.

[ctt title=»Ni siquiera las opiniones que tienes sobre ti mismo son necesariamente verdad  www.yolandacambra.com» tweet=»»Ni siquiera las opiniones que tienes sobre ti mismo son necesariamente verdad» http://ctt.ec/zIPlg+» coverup=»zIPlg»]

Nuestro autoconcepto

Ni siquiera nuestros propios pensamientos negativos debemos permitir que nos afecten. Nuestro diálogo interior puede ser devastador. Somos los primeros en enviarnos mensajes negativos y críticas destructivas. El hecho de que vengan de nuestra mente no supone que haya que darles credibilidad. Ya que, al igual que las opiniones vertidas por los demás, están contaminadas con nuestros propios valores, creencias y experiencias. Tenemos una visión parcial de la realidad y con ese segmento creamos nuestra realidad.

Descubrirás que la gente te miente, del mismo modo que tú te mientes a ti mismo. ¿Cómo podrían ser sinceros contigo si ni siquiera lo son consigo mismos? Mentimos por miedo, porque no deseamos que se descubran nuestras imperfecciones, ya que eso nos hace vulnerables.  Cuando alguien te dice una cosa y hace otra, y tú lo ves y no reaccionas, te estás mintiendo a ti mismo. A veces entramos en un bucle de maltrato en el que abusamos y somos abusados. Y no hacemos nada para escapar de esa espiral, como si la asumiésemos por destino.

[ctt title=»Si una persona no te trata con amor y respeto, que se aleje de ti es un regalo www.yolandacambra.com» tweet=»Si una persona no te trata con amor y respeto, que se aleje de ti es un regalo http://ctt.ec/u2J0D+» coverup=»u2J0D»]

Tu responsabilidad

«Nunca eres responsable de los actos de los demás, sólo eres responsable de ti mismo. Cuando comprendas esto, de verdad, y te niegues a tomarte las cosas personalmente, será muy difícil que los comentarios insensibles o los actos negligentes de los demás te hieran.

Si mantienes este acuerdo, viajarás por todo el mundo con el corazón abierto por completo y nadie te herirá. Dirás «Te amo» sin miedo a que te rechacen o ridiculicen. Pedirás lo que necesites. Dirás sí o dirás no – lo que tú decidas- sin culparte ni juzgarte. Siempre puedes seguir a tu corazón.»

Puedes leer aquí los demás acuerdos: “Sé impecable con tus palabras”, «Haz siempre lo máximo que puedas»“No hagas suposiciones”.