Mi felicidad se debe a mi esfuerzo y a mi capacidad de superación. Y se hace más grande cada vez que vuelvo la cabeza y miro el camino andado. Me has oído hasta el aburrimiento decir que los rescata princesas me producen urticaria. Esos hombres que, apenas aterrizan en mi vida, creen que mi sonrisa se debe a ellos.
Hay personas que esperan que llegue alguien a salvarlos, a hacerlos felices, a remendar su vida. Yo no estoy en ese grupo. Ya no. Me salvé a mí misma tantas veces que perdí la cuenta. Y me dejé la piel en el intento muchas otras.
Todos tenemos un pasado
Superé una infancia con un padre ausente, en un hogar con cuatro mujeres en el que inventamos, sin saberlo, la palabra sinergia. Y donde aprendí, cayendo de bruces con tan solo 9 años, que las personas más importantes de tu vida pueden desaparecer de un día para otro, que hoy eres la princesa de papá y mañana ya no existes.
Me independicé con 19 años. Quería gobernar mi vida, pero te confieso que lloré por soledad muchas veces y que, en alguna ocasión, llamé por teléfono a un número desconocido, tan sólo para escuchar una voz al otro lado.
Hace ocho años acompañé a mi madre en la fase terminal de su enfermedad. Fue tan agotador y angustiante que me dormí muchas noches llorando mientras suplicaba que todo acabase. Me quedó tristeza y dolor, sí, pero también uno de los mayores aprendizajes de mi vida.
Justo un año después y, ante lo que la sociedad considera como un fracaso, yo empecé a tomar las riendas de mi vida, saliendo del que fue mi hogar por trece años, con mis hijos en una mano y nuestra maleta en la otra. Por primera vez en mucho tiempo, me sentía dueña de mi destino.

Crisis que producen cambios y abren la puerta a tu felicidad
En 2013, puse nombre a mi trastorno de alimentación. Me prometí a mí misma salir de esta y acabé siendo referente y esperanza para muchas otras personas. Convertí un problema en un catalizador de cambio positivo.
En 2014, toqué fondo. Entendí, por primera vez en mi vida, el hastío vital que te hace desear dormirte para no despertar más. Pero, en vez de cerrar mis ojos para siempre, elegí abrirlos más que nunca y ver todo lo que la vida tenía para ofrecerme. Y decidí cogerlo, todo.
He ardido y he sobrevivido, una y otra vez…
Así que no, no se te ocurra decirme que crees que estoy mejor desde que estoy contigo. Estoy mejor desde que estoy conmigo y trabajo para lograr mi propia felicidad.
[ctt title=»Estoy mejor desde que estoy conmigo» tweet=»Estoy mejor desde que estoy conmigo. Vía @yolandacambra https://ctt.ec/t4v6A+» coverup=»t4v6A»]
No me quieras perfecta. Deja que me equivoque, que ande mi camino. Y no me robes el privilegio ni el mérito de convertirme en quien quiero ser.
Y entonces, cuando me quieras así, renaciente o aún en cenizas, caminar a tu lado hará un poco mejor mi vida.
Gracias por compartir en parte su historia.. como lograr superar el comer por ansiedad dejar de comer a pesar q se ha trataso todos los metodos convencionales de dieta. Nada funciona… una cosa es lo q dice la conciencia pero en el subconciente esta grabado algun programa q no logro borrar o cambiar…. sirven los audios subliminales para lograrlo? Ayuda por fa.
Hola Janeth,
Gracias por tu comentario. Es cierto que tenemos patrones subconscientes que dificultan el cambio. No he trabajado con audios, pero sí que se pueden cambiar esos registros con PNL. Un abrazo.