No todo el mundo está preparado para un proceso de coaching. O, mejor dicho, no en todo momento.

Emprender un negocio siempre es difícil y, llevando poco tiempo, todos los clientes que llegan son bienvenidos. Pero, por suerte, me formé en la escuela D’Arte, donde se nos explicó la importancia de la ética en nuestra profesión. La ética es una de las principales competencias de un coach, según la International Coach Federation. Ni debemos aceptar clientes cuyo problema exceda de nuestras competencias, ni a los que no están preparados para asumir un proceso de coaching. Y yo he tenido que decir que no a uno de estos últimos.

La sesión gratuita de vetica del coachaloración de 30 minutos que ofrezco, es bidireccional: No es sólo para que el cliente decida si quiere contratar mis servicios, sino también para que yo vea si esa persona está preparada para afrontar un proceso de cambio en este momento. Esto, que puede parecer presuntuoso, es así de cierto y real.

Yo no quiero engordar mi bolsillo a cambio de un proceso de coaching fallido, ni quiero que la persona que se ha acercado hasta mí se vaya, tras varias sesiones, con otro fracaso que sumar a su lista.

[ctt title=»Mi trabajo es ayudar a personas a realizar cambios en su vida para ser más felices www.yolandacambra.com» tweet=»Mi trabajo es ayudar a personas a realizar cambios en su vida para ser más felices. http://ctt.ec/u4D37+» coverup=»u4D37″] Y, si veo que no va a ser posible, prefiero advertírselo antes.

La gente que de verdad desea cambiar su vida mediante el coaching, ha de saber que debe invertir esfuerzo, tiempo y dinero en ese proceso. El coaching es mucho más que reunirte una hora a la semana con tu coach y contarle tu vida. Hay que tener una mente abierta al cambio. No podemos esperar resultados diferentes si seguimos haciendo lo mismo, ya lo dijo Einstein.

Es muy difícil decirle lo contrario a una persona que cree estar preparada para el cambio. Es muy difícil decirle que no a un cliente cuando estás arrancando tu proyecto profesional. Pero ética y valores, tanto personales como profesionales, han de estar alineados y regir tu vida. Nada produce tanto sufrimiento como vivir y tomar decisiones en contra de tus valores y principios.

Hace poco, una seguidora me contactó, un tanto desconcertada, porque un médico privado se había negado a ponerle un balón intragástrico cuando ella le habló de su trastorno de alimentación. «Soluciona tu problema con la comida y luego intervenimos» Este caso, por desgracia, es la excepción, ya que son muchas las personas con trastornos de alimentación que arriesgan su salud con cirugías invasivas con el beneplácito de sus médicos.

Todas las herramientas, todos los procesos, van a seguir estando ahí. Es mucho más inteligente hacer acopio de energía y conciencia, y aguardar el momento oportuno, para enfrentar el proceso con toda la fuerza posible, para obtener el mejor resultado. No estamos eligiendo un par de zapatos, ¡queremos cambiar nuestra vida!